Soluciones BASF para Uva en México 

México es un gran productor y exportador de uva, una de las frutas más consumidas en el mundo, ya sea fresca, en vino u otros derivados. En esta página aprenderás más sobre este cultivo, cómo cultivar uva en México, la importancia económica de la uva en el país, el clima ideal y la temporada de siembra. 

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También hablaremos de los insumos indispensables para la uva, que se deben utilizar en caso de la aparición de enfermedades que puedan afectar a los viñedos o cuando se pretenda aumentar el volumen del cultivo con base en la productividad del suelo. ¡Únase a nosotros!.

La importancia económica de la Uva en México

En México se cultivan aproximadamente 80 variedades de uva, de las cuales 50% se destinan al uso industrial, principalmente para vino, así como jugos y licores.

A raíz de la demanda del mercado, el mejoramiento de las variedades y las innovaciones tecnológicas en la agricultura han propiciado un incremento en la productividad del sector, generando reconocimiento nacional e internacional.

Los datos más recientes del SIAP, Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, confirman la tendencia de crecimiento para los próximos años, mostrando que el cultivo de uva en México arrojó alrededor de 477 mil toneladas producidas en 2022, con exportaciones a 46 países.

Esta última cosecha representó un incremento de 36 % en la utilidad en comparación con periodos anteriores, superando el promedio histórico del país a la fecha.

La producción de uva en México depende de la época del año y del tipo de uva a sembrar, siendo las principales variedades tintas Cabernet Sauvignon (22%), Salvador (16%), Cariñena (15%) y Merlot (8%). En cuanto a las variedades blancas, las principales son Chenin Blanc (19%), Chardonnay (18%), Early Divine (17%), Saint Emilion (17%) y Sauvignon Blanc (12%). De las uvas de mesa, conocidas por consumirse frescas a diario, las principales variedades son Flame Seedless (37%), Superior Seedless (22%) y Red Globe (16%).

¿Cómo se cultiva la Uva en México?

Al igual que otros cultivos agrícolas, la uva tiene sus propias características específicas en cuanto a clima ideal, época del año y forma de cultivo. Su siembra y manejo se divide entre las principales variedades tintas y las principales variedades blancas.

A continuación, exploraremos estos temas y comprenderemos la mejor forma de sembrar esta fruta.

Clima ideal

Independientemente del tipo, los aspectos agrometeorológicos de la uva demuestran que es una fruta que prefiere los climas más suaves. A pesar de ello, el rango de temperatura promedio considerado ideal para la producción de uva de mesa se encuentra entre los 15 ºC y los 25 ºC.

Este rango ayuda a explicar por qué las zonas más septentrionales de México son tan importantes para la producción de uva, ya que el estado de Sonora, por ejemplo, tiene un clima predominantemente templado, que es reconocido por sus temperaturas más suaves.

Un aspecto crucial en el manejo de la vid es la integral térmica, que es la suma de las temperaturas acumuladas por la planta, garantizando un adecuado crecimiento del cultivo.

Otros factores como la radiación solar y el agua también son importantes para el buen desarrollo de la uva, ya que el exceso de lluvia o de riego y la elevada exposición al sol dañan las hojas y favorecen la incidencia de diversas enfermedades, que pueden convertirse en un factor limitante en el cultivo de la vid, con pérdidas de producción generalmente elevadas.

Época del año

El periodo de siembras del ciclo primavera/verano comienza en abril y finaliza en septiembre del mismo año. Generalmente las primeras cosechas de este ciclo inician en el mes de junio y concluyen en marzo del año subsecuente, siendo entre agosto y octubre el periodo de mayor producción.

La mayor parte de las exportaciones de uva de México se realizan entre mayo, junio y julio, el mismo periodo en el que caen las exportaciones en el país, alcanzando 70.6% en junio de 2021, la época de mayor comercio exterior del producto en general en el país.

Métodos de cultivo

Las uvas requieren una atención especial en lo que se refiere a aspectos climáticos como la temperatura, la exposición al sol y la humedad.

Todos estos factores influyen en la salud de las plantaciones de uva, ya que si están desequilibrados pueden aparecer enfermedades fúngicas y bacterianas.

Hay una serie de tecnologías disponibles que pueden optimizar el cultivo y hacerlo más rentable, ya que mejoran todo el proceso de cultivo, desde el tratamiento del suelo hasta la recolección, lo que permite a los agricultores tomar mejores decisiones. Es el caso, por ejemplo, de la Agricultura 4.0.

Sistemas de cultivo

La vid necesita un sistema de cultivo para diversos fines agrícolas y vitícolas.

Los sistemas de cultivo son importantes porque proporcionan una exposición adecuada al sol, garantizan la ventilación y la circulación del aire, permiten un mejor control del crecimiento, facilitan la vendimia, ayudan a controlar las enfermedades y plagas, optimizan la producción y aseguran una maduración uniforme de los racimos de uva.

Los sistemas más comunes son: espaldera o pérgola; enredadera; en vaso; viña baja; viña alta; viña de regadío; viña de altura.

Cada uno de estos sistemas ofrece ventajas y retos específicos que deben tenerse en cuenta a la hora de tomar una decisión. La elección dependerá de las condiciones locales, las variedades cultivadas y las preferencias y objetivos de producción. A continuación, encontrará más información sobre cada uno de ellos:

• Espaldera o pérgola:

En este sistema, las vides se cultivan en línea recta, normalmente con soportes verticales (espaldera) o estructuras horizontales (pérgola) para sostener las ramas de la planta. Este método facilita el manejo de las plantas y la cosecha, permitiendo un mejor control de la exposición al sol y la circulación del aire.

Ventajas: Facilita el manejo de las plantas, haciendo que la poda y la recolección sean más accesibles. Mejor exposición al sol y circulación del aire, lo que puede ayudar a reducir los problemas de humedad y enfermedades. Puede ser eficaz para optimizar la producción en zonas de alta densidad de siembra.

Desafíos: Requiere estructuras de soporte, lo que puede aumentar los costos iniciales de instalación. Puede requerir una mayor atención al control del crecimiento para evitar el sombreado excesivo de las uvas.

• Enredadera:

Similar a la espaldera, las vides se conducen en líneas rectas, pero con las plantas creciendo sobre una estructura tipo enredadera. Esto proporciona sombra a las uvas y puede ser especialmente útil en regiones de clima cálido.

Ventajas: Proporciona sombra a las uvas, protegiéndolas del sol intenso. Puede ser especialmente útil en regiones con calor intenso y fuerte radiación solar.

Desafíos: Puede ser difícil de manejar y cosechar debido a la altura de las plantas. La poda y otras prácticas culturales pueden resultar más complejas.

• En Vaso:

También conocido como "enmacetado", este sistema consiste en dejar que la vid crezca en forma de arbusto natural, sin espalderas ni estructuras de soporte. Este método puede ser ventajoso en regiones con buena circulación de aire y menor riesgo de enfermedades.

Ventajas: Mantiene la forma natural de la planta, puede ser más adecuado para algunas variedades. Requiere menos estructuras de soporte y puede tener menores costos iniciales.

Retos: Puede ser menos eficiente en términos de exposición al sol y circulación del aire. Puede ser más difícil de manejar en términos de poda y recolección.

• Viñas bajas:

En este sistema, las vides se mantienen en forma semiarbustiva, con una altura inferior en relación con el suelo. Esto puede proteger las uvas del sol intenso y proporcionar un microclima favorable.

Ventajas: Protege las uvas del sol intenso y proporciona un microclima más suave. Puede ser más fácil de gestionar que los sistemas más altos.

Desafíos: Puede limitar la exposición al sol en regiones que necesitan mucha luz para que las uvas maduren correctamente.

• Viñas altas:

Similar al sistema de espaldera, pero con emparrados más altos, lo que proporciona una mayor exposición al sol y una mejor ventilación.

Ventajas: Mejor exposición al sol y circulación del aire en comparación con las parras bajas. Puede ser una buena opción para zonas donde la incidencia de enfermedades es un problema.

Retos: Puede requerir más mano de obra para la poda y otros cuidados culturales.

• Viñedos de riego:

Dado que muchas regiones de México tienen condiciones climáticas áridas o semiáridas, a menudo se utilizan sistemas de riego para suministrar agua a las vides de forma controlada.

Ventajas: Asegura un suministro controlado de agua, especialmente importante en regiones áridas. Puede aumentar la uniformidad del crecimiento de las plantas.

Desafíos: Requiere sistemas de riego eficientes y bien planificados. Una gestión inadecuada del riego puede provocar problemas de humedad y enfermedades.

• Viñedos de altura:

En algunas regiones montañosas de México, las vides se cultivan a mayor altitud, aprovechando las ventajas climáticas de estas zonas.

Ventajas: Se beneficia del microclima específico de las zonas de mayor altitud, que incluye temperaturas más suaves y una mayor exposición al sol.

Retos: Puede resultar más difícil en términos logísticos debido a su ubicación remota en zonas montañosas. Las variaciones de temperatura pueden ser más pronunciadas.

Insumos indispensables para el cultivo de Uva en México

La vid, como cualquier otro tipo de cultivo, necesita cuidados específicos para controlar problemas como las malezas, hongos y los insectos plaga que podrían afectar la cosecha. Problemas causados por hongos como la podredumbre seca (Botryodiplodia theobromae / Lasiodiplodia theobromae) o plagas como pulgones y arañas.

Las soluciones productivas BASF, han sido diseñados para ayudar a combatir estos agentes externos que pueden surgir en los cultivos de uva en México, a continuación, les contamos más sobre nuestro portafolio para este importante cultivo. 

Fungicidas

Los fungicidas, como su nombre lo indica, son compuestos cuya función es combatir los hongos, una de las mayores causas de daños en las plantaciones de vid. Este tipo de problema suele aparecer en zonas de cultivo que no tienen tanto contacto con el sol y con alta humedad.

Stroby^® DF de BASF es el fungicida adecuado para aquellos que están perdiendo productividad debido a problemas fúngicos como la Cenicilla. Altamente eficaz y capaz de solucionar algunos de los principales problemas fúngicos de la vid, como: Mildiú (Plasmopara viticola) y Cenicilla polvorienta (Uncinula necator).

Herbicidas

Los herbicidas son los agentes encargados de combatir las malezas, estas plantas no deseadas que pueden aparecer en el campo y acabar compitiendo por los nutrientes con las plantas de vid, dañando su calidad y producción.

Para controlar el problema, BASF ha desarrollado Prowl^® H2O, un herbicida capaz de combatir una serie de malezas como: Verdolaga (Portulaca oleracea); Quelite cenizo (Chenopodium álbum); Quelite (Amaranthus hybridus); Zacate pata de gallo (Cynodon dactylon); Zacate de agua (Echinochloa crusgalli), que tienen un gran impacto en la producción de uva.

Insecticidas

Por último, presentamos nuestra línea de insecticidas. Se trata de agentes químicos que combaten los insectos plaga y están diseñados para controlar estos pequeños seres que se alimentan de sus plantas en diferentes estados fenológicos, afectando la calidad del cultivo y la fruta. Para solucionar este tipo de problemas, BASF ha desarrollado una serie de insecticidas para combatir distintos tipos de plagas, como mosquitos, hormigas, etc.

En el catálogo de soluciones de BASF no sólo podrá encontrar todo el portafolio disponible para los cultivos de vid, sino también otros productos fitosanitarios que ayudarán a satisfacer sus diferentes necesidades.