Agricultura
Internet das coisas y agricultura| BASF Chile
Transformando varios procesos productivos en el mercado, la reciente tecnología está cada vez más presente también en el campo. El Internet de las cosas (IoT) en la agricultura es una tendencia que ha llegado para quedarse, porque con su capacidad de ahorrar recursos es cada vez más posible, trazando un camino más sostenible para la agroindustria.
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La agricultura inteligente, cada vez más presente!
A través de los sistemas de monitorización meteorológica, topográfica y cosechas, asociados a la combinación de datos e IoT en la agricultura, se ha reducido considerablemente la pérdida de tiempo y recursos en el campo.
Desde el momento de la siembra hasta la calidad del suelo, la Agricultura Inteligente es capaz de aportar información y actuar estratégicamente en todas las fases de la siembra de los cultivos. Al aplicar estos datos con IoT, los agricultores pueden automatizar aún más sus procesos, tener un mayor control sobre los cultivos y combinar sus herramientas agrícolas de manera más eficiente.
Actualmente hay sistemas en el mercado que no sólo realizan funciones programadas, sino que resaltan puntos de los cultivos que pueden mejorarse o están en peligro. En otras palabras, la tecnología y el IoT en la agricultura se han convertido en un brazo directo del productor rural en la gestión de sus tierras.
¿Cuáles son las posibilidades del IoT en la agricultura?
Se habla mucho de los conceptos de Smart Farming e Internet de las cosas en la agricultura, que son innovadores y transformarán el campo, pero ¿cómo se lleva a la práctica? ¿Qué posibilidades tiene el agricultor? Véase más abajo.
Datos útiles para ser aplicados de forma inteligente
Como ya se ha mencionado brevemente, ahora hay sensores para controlar una serie de condiciones en el campo que ayudan al agricultor a tomar decisiones más asertivas; por ejemplo, un sensor de humedad del suelo puede comprobar si un cultivo recibe el agua que necesita para su desarrollo. Y, si no, activar automáticamente los sistemas de riego automatizados para regar el suelo al nivel que el cultivo necesita para crecer mejor.
Gestión de recursos y gastos
Con esta información, por ejemplo, es posible programar las máquinas fertilizadoras para que apliquen los productos con mayor precisión en las regiones que indican mayor necesidad, ahorrando recursos. Nuevos nutrientes, corrección de la acidez, momento de la cosecha y otras indicaciones para un cultivo sano y próspero, todo ello centralizado en programas y aplicaciones para contribuir a la administración del productor. Y, en consecuencia, evitar acciones que puedan suponer algún tipo de pérdida presupuestaria.
Automatice los procesos y ahorre tiempo
El riego, la siembra, la fertilización y el control de plagas son algunas de las aplicaciones prácticas de Internet de las cosas en la agricultura para la automatización de procesos. Además de ahorrar tiempo con análisis que antes tardaban demasiado, los procesos se realizan con mayor precisión.
Esto se debe a que las posibilidades de error son considerablemente mayores con los procesos manuales. Hay muchos factores que pueden acabar afectando al trabajo y perjudicando a la cosecha. De la disposición física a centrarse en la anotación de datos. Y con máquinas inteligentes, las posibilidades de que esto ocurra son mínimas.
Al reducirse considerablemente el control manual, el productor tiene más tiempo para pensar en estrategias que le permitan aumentar el rendimiento de la plantación y ampliar los límites de su negocio.
¿Vale la pena invertir en tecnología e IoT en la agricultura?
América Latina tiene uno de los mayores potenciales de mercado en la agroindustria. La legislación ha avanzado en los últimos años y hay varias iniciativas de innovación propias. Sin embargo, es muy difícil que la gente se adapte a este nuevo ciclo de actualizaciones tecnológicas debido al tiempo de maduración de la gestión de la empresa y de las áreas de mercado.
Una vez expuestas estas condiciones, ¿vale la pena el IoT en la agricultura?
Seguro que sí. Por su clima y extensión territorial, los países latinoamericanos son los que más potencial tienen para la implementación del Internet de las Cosas en el campo. Además, hay un gran movimiento de iniciativas tanto privadas como públicas que se están familiarizando con la tecnología. Por lo tanto, es de esperar que haya muchas novedades en torno a ellas, desde leyes y proyectos hasta la aparición de mercados súper especializados.
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