Mediante el uso de insecticidas residuales es posible controlar a los adultos de manera temprana evitando los picos poblacionales en verano. El control eficaz de moscas a largo plazo exige un abordaje integrado, con un manejo cultural, físico y químico profesional que incluye la identificación de criaderos (ovisposición y desarrollo de larvas) y los puntos de alimentación y así desarrollar las estrategias correctas.