Agricultura
Agricultura sostenible : cultivar un futuro más verde | BASF Perú
El aumento de la productividad agrícola combinado con la conservación del medio ambiente es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los agricultores. Lograr un desarrollo sostenible en el campo es sumamente beneficioso para el óptimo desarrollo agrícola, pero requiere los conocimientos y aplicaciones adecuados.
Una de las grandes formas de combatir la crisis ecológica y aumentar los rendimientos en el campo es la agricultura sostenible, una forma equilibrada y responsable de concebir los cultivos y la agricultura.
Siga leyendo para saber en qué consiste este tipo de agricultura, cuáles son sus ventajas y mejores prácticas y cómo puede ayudarle a ser más productivo, creando un futuro más verde.
¿Qué es la agricultura sostenible?
La agricultura sostenible es la práctica de la agricultura que busca un equilibrio entre las dimensiones medioambiental, económica y social. Implica controlar la complejidad de los sistemas agrícolas y crear soluciones innovadoras a los problemas observados.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), los objetivos de la agricultura sostenible son satisfacer las necesidades alimentarias conservando el suelo, el agua y los recursos energéticos y evitando la degradación del medio ambiente de forma económicamente viable y socialmente aceptable.
Existen varios aspectos en esta práctica, que caracterizan diferentes formas de alcanzar estos objetivos. Algunos de los tipos de agricultura sostenible son la agricultura biodinámica, agricultura orgánica, agricultura ecológica, agricultura natural, agricultura ecológica y la agricultura regenerativa.
Cada una de ellas tiene sus propias especificidades, ya sea en el país en el que se aplican o en el ámbito de estudio en el que se desarrollan. Sin embargo, todas coinciden en que su objetivo es preservar el entorno natural y aumentar la productividad de los cultivos, sin comprometer la capacidad productiva de las generaciones futuras.
¿Cuáles son las ventajas de la agricultura sostenible?
Las prácticas sostenibles que propone este tipo de agricultura tienen la capacidad de generar diversas ventajas para los cultivos, desde aumentar la calidad del suelo hasta mejorar el control de plagas en los cultivos.
Entre todos los beneficios de la agricultura sostenible, los principales son:
Preservar los recursos
La aplicación de prácticas sostenibles en la agricultura permite reducir el uso de recursos no renovables y hacer un empleo más racional de los recursos renovables, con el objetivo de mantener o aumentar su calidad.
Eficacia de la producción
La productividad de los sistemas agrícolas también se beneficia enormemente de las prácticas sostenibles. Gracias a ellas, es posible minimizar las pérdidas, optimizar la tasa de rendimiento de los cultivos y mejorar el reciclaje de energía y nutrientes.
Uso múltiple del paisaje
La buena utilización del espacio de cultivo es un factor determinante para el éxito de la agricultura. Una buena planificación del uso de la tierra disponible permite producir más y con mayor calidad y las prácticas agrícolas pueden potenciar esta planificación.
Esto se debe a que la agricultura sostenible maximiza la capacidad de uso múltiple del paisaje, haciendo que el flujo de energía sea más eficiente. En otras palabras, permite cultivar más productos, con una utilización más eficiente del espacio de cultivo.
Producción local adaptada
Otra gran ventaja de este modelo de agricultura es que fomenta la producción de alimentos adaptados al clima y al medio ambiente de la región. De este modo, se obtiene tanto el beneficio agrícola de producir cultivos que prosperarán mejor en esa región, como el socioeconómico, que se ve favorecido por la mayor oferta de productos típicos a las regiones.
¿Cuáles son las prácticas de la agricultura sostenible?
Para poder aplicar y aprovechar todos los beneficios que aporta la agricultura sostenible, se pueden utilizar una serie de técnicas, como:
Siembra directa
La siembra directa es una técnica de cultivo en la que las semillas se siembran sin necesidad de arar previamente el suelo. De este modo, la cubierta vegetal se mantiene en la superficie del suelo y aporta diversos beneficios a la tierra.
Estos beneficios incluyen la mejora de la fertilidad del suelo mediante el enriquecimiento de nutrientes, así como la prevención de la erosión, uno de los impactos más graves causados por el cambio climático.
Uso del compostaje
El compostaje es una técnica natural de transformación de materias orgánicas para su utilización como abono rico en nutrientes. Este proceso se lleva a cabo mediante la acción de microorganismos sobre restos de cultivos (cortezas y hojas), que transforman estos elementos en aplicaciones capaces de aumentar la fertilidad del suelo.
Además de proporcionar un abono muy beneficioso para el suelo, el compostaje ayuda a gestionar los restos de las cosechas, sustituyendo los residuos por la reutilización de los recursos.
Uso de tecnologías sostenibles
Drones, sistemas de riego eficientes y sensores. Todos ellos son ejemplos de aplicaciones innovadoras que contribuyen a la salud del medio ambiente, conocidas como tecnologías sostenibles.
También conocidas como tecnologías limpias, estas innovaciones están diseñadas para permitir la aplicación de prácticas más sostenibles con el fin de aumentar las tasas de producción de los agricultores.
Agroforestería
Un método muy eficaz para implantar la agricultura sostenible es la agrosilvicultura, o Sistema Agroforestal (SAF). Consiste en plantar una mezcla de árboles y arbustos (plantas perennes) con los cultivos que se quieren cosechar.
Este modelo, que pretende imitar el comportamiento del crecimiento en la naturaleza, permite cultivar de forma más sostenible, con una mejor conservación de los recursos naturales y una mayor preservación de la biodiversidad.
Rotación de cultivos
Otra práctica muy enriquecedora desde el punto de vista de la agricultura sostenible es la rotación de cultivos. Esta técnica consiste en variar los productos cultivados por temporada, evitando que se siembren dos cultivos seguidos en la tierra.
La rotación de cultivos evita la erosión del suelo y reduce las posibilidades de que las plagas y enfermedades de los cultivos anteriores se transmitan al cultivo siguiente.
Además, muchos nutrientes de los cultivos se conservan en el suelo, haciéndolo más fértil para recibir el siguiente cultivo.
Control integrado de plagas
Aplicar un enfoque más sostenible a la agricultura no sólo ayuda a conservar los recursos del cultivo, sino también a combatir las posibles enfermedades que puedan aparecer en los cultivos.
El control sostenible de plagas consiste en invertir en la aplicación optimizada de productos fitosanitarios en los cultivos. Esto significa utilizar tecnologías que hagan más eficiente el uso de estos productos y que abran las puertas a otras posibilidades para hacer frente a las enfermedades.
Adoptar la agricultura de precisión
La agricultura de precisión consiste en subdividir el espacio de cultivo en zonas más pequeñas y vigiladas para aumentar el control sobre ellas. Como resultado, es posible identificar mejor la necesidad de aplicar insumos en zonas específicas del cultivo.
Este modelo de cultivo se inscribe en la visión de la agricultura sostenible en la medida en que optimiza el uso de las soluciones agrícolas en el campo y permite segmentar mejor los tipos de aplicación que deben realizarse en cada zona del campo.
Utilización eficiente del agua
Los sistemas de riego eficientes deben formar parte de la planificación de un agricultor que pretenda aplicar métodos sostenibles en su vida cotidiana. Ya sea riego por aspersión o por goteo, el buen uso del agua debe estar en el centro de las decisiones.
¿Cómo influye la agricultura sostenible en el desarrollo sostenible?
El desarrollo sostenible consiste en la búsqueda de un desarrollo duradero que satisfaga las necesidades de recursos de la humanidad de forma que tenga el menor impacto posible sobre el medio ambiente.
En el contexto del campo, este concepto es un gran aliado de la planificación agrícola eficiente, y puede hacerse posible mediante prácticas agrícolas sostenibles.
Según el artículo científico La microbiología del suelo en la agricultura sostenible, este modelo de agricultura permite crear condiciones más saludables en el suelo, lo que, en consecuencia, aumenta la productividad de los cultivos.
En este sentido, la aplicación de técnicas de agricultura sostenible es lo que permite alcanzar un desarrollo sostenible en el sector agrícola.
La agricultura sostenible, futuro del campo
El camino hacia un futuro más verde y unos cultivos más sanos se centra en acciones sostenibles. Mediante las técnicas y métodos que hemos analizado en el texto, podemos construir un sistema alimentario más justo, un medio ambiente mejor protegido y cultivos más productivos. ¡Todo ello a través de la Agricultura Sostenible!
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