Agricultura
Gestión eficiente de cultivos y análisis de datos | BASF México
La agricultura digital aporta alternativas diversificadas que permiten optimizar la producción agrícola. Esto incluye la creación de métodos analíticos y soluciones para el procesamiento de gran cantidad de datos y sistemas que ayudan en la planificación y las decisiones de gestión en el sector agrícola.
En esta dirección se encuentra la utilización de recursos que pueden ser de gran utilidad a la hora de planificar la cosecha y organizarse.
Al tener acceso a este tipo de herramientas podemos, por ejemplo, analizar cosechas anteriores, prever las tendencias de los precios de mercado y mucho más.
Así, al tener acceso a diferentes formas de gestión de datos agrícolas, podemos tener mayor tranquilidad en la toma de decisiones y mayor seguridad en la planificación del año o de un cultivo en específico.
Los datos agrícolas son todos aquellos que se pueden recoger en campo, como información para controlar las plagas y aumentar la productividad de los cultivos, el tipo de híbrido, la fertilización del suelo, la gestión, la maquinaria y otros.
Y teniendo esto en las manos, el trabajo del día a día se vuelve más objetivo, dando mayor libertad al productor rural para centrarse en la gestión diaria. Continúa leyendo para saber más sobre las principales características de una gestión agrícola eficiente.
Tecnología en la encuesta de costos de producción
La bandera de salida para el éxito de un cultivo es realizar un estudio de los costos de producción que refleje datos más cercanos a su realidad.
Aquí es también donde Agro 4.0 ha facilitado mucho la vida a los empresarios del campo. ¿Y cuáles son estos costos? Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los costos se pueden definir como:
- Costos variables: son aquellos que varían según la cantidad producida, como semillas, fertilizantes, pesticidas, mano de obra, energía, agua, entre otros;
- Costos fijos: son aquellos que no varían con la cantidad producida, como el costo de la maquinaria, mantenimiento, arrendamiento de tierras, entre otros.
A la hora de establecer los costos totales, se deben sumar estas dos categorías. Para tener una idea del costo de una producción específica, se deben tener en cuenta los gastos totales y dividirlos por el rendimiento del cultivo, como por ejemplo R$100,00 por cada saco de 20 kg de soja.
Para facilitar el proceso de gestión, debemos tener en cuenta los diferentes tipos de recursos necesarios para que se lleve a cabo la producción agrícola, tales como:
Con especial atención al mercado regional de productos agrícolas, para la eficiente administración y gestión de la propiedad rural, es fundamental realizar un análisis de los factores internos y externos a las propiedades.
Calcular el costo de la producción agropecuaria permite tener una visión amplia de la salud financiera del negocio y posibilita planificar de forma más eficiente la comercialización de la producción y las inversiones.
En el día a día, los principales costes implicados que sirven de base para el cálculo son:
- Mano de obra: salarios, prestaciones, cargas sociales, derechos laborales.
- Semillas: coste relevante que en algunos cultivos puede representar el 40% del coste total.
- Agentes defensivos: evaluar el costo por hectárea evita compras excesivas o insuficientes.
- Maquinaria: combustible, amortización, mantenimiento e insumos.
- Costes varios: agua, energía, flete para la compra de insumos, entre otros.
Calendario agrícola: una herramienta para los agricultores
El calendario agrícola es una herramienta de planificación muy eficaz que ayuda al productor rural en la organización de las tareas y la recopilación de la información necesaria para preparar el año o la cosecha.
Este tipo de calendario puede variar en función de cada país, región o incluso de las prácticas agrícolas; sin embargo, existen algunos puntos comunes que pueden utilizarse para una buena planificación.
El uso de un calendario agrícola en la gestión de una explotación tiene varias ventajas, entre ellas:
- Mejor planificación de las actividades: el agricultor puede planificar mejor las actividades a lo largo del año, lo que contribuye a maximizar la productividad y minimizar los riesgos relacionados con las variaciones climáticas;
- Uso eficiente de los recursos naturales: el calendario agrícola permite a los agricultores saber cuál es el mejor momento para plantar, regar y cosechar cada cultivo, evitando el despilfarro y garantizando el uso eficiente de los recursos naturales;
- Control de plagas y enfermedades: el calendario agrícola también ayuda a prevenir y controlar plagas y enfermedades en el campo, ya que se puede planificar el uso de plaguicidas en función del momento más adecuado para cada cultivo;
- Mayor rentabilidad: planificando las actividades con antelación y optimizando el uso de los recursos naturales, podemos aumentar la productividad y rentabilidad de la finca;
- Reducción del riesgo de pérdidas: el calendario agrícola permite al agricultor saber qué cultivos son los más adecuados para cada estación del año, lo que ayuda a reducir el riesgo de pérdidas debidas a variaciones climáticas o problemas con plagas y enfermedades.
Con los datos recogidos a través de la agricultura digital, el productor puede saber qué cultivos son compatibles con el suelo de la región y cuáles tienen más posibilidades de desarrollarse de forma saludable.
Los datos inteligentes atraen a los trabajadores a la agroindustria
La calificación de la mano de obra en el campo para lidiar con la evolución de las tecnologías es una cuestión que merece atención e inversiones.
Actualmente, existen profesionales formados en gestión de personas, que prestan asesoría a las propiedades que están invirtiendo en tecnología, visando la adecuación y capacitación de la mano de obra, mejorando también la convivencia dentro de la propiedad rural.
Un sector que ha atraído profesionales es el de Business Intelligence, área directamente relacionada con el proceso de recolección, organización, análisis, compartición y monitoreo de informaciones que apoyan la gestión empresarial.
Del mismo modo, es necesario cualificar la mano de obra para la adecuación a las normas de sostenibilidad para la agroindustria, ya sean ambientales, sociales o económicas.
En resumen, es imposible lograr una buena gestión rural sin un análisis eficaz de los datos mediante las tecnologías disponibles. Asimismo, es necesario disponer de mecanismos y eventos que estimulen la calificación de la mano de obra.
Sólo así es posible planificar y organizar la gestión agraria de forma coherente con la realidad del mercado, estableciendo estrategias oportunas para mantener una buena competitividad hacia el éxito de la agricultura.