Estrategias clave para la campaña agrícola: mercado y clima en foco

La campaña agrícola argentina enfrenta un escenario desafiante, marcado por la volatilidad internacional, la incertidumbre climática y los recientes problemas logísticos. En el marco de Academia Agro, te acercamos el análisis de mercado y clima para trigo, girasol, soja y maíz, junto a estrategias prácticas para tomar mejores decisiones y potenciar tus resultados.

Con datos, advertencias y recomendaciones tácticas, la licenciada en Economía Carolina Volonté compartió un análisis fundamental para las decisiones comerciales del productor argentino, pensando en esta campaña agrícola. Durante la nueva edición de la Academia Agro de BASF, la especialista puso el acento en las decisiones de mercado que debe afrontar el productor.

Volonté abrió su presentación con un diagnóstico climático decisivo para la campaña. El dato que aportó cierto alivio fue la tendencia hacia una Niña más débil en los meses críticos: “Hoy estamos viendo perfiles muy buenos para la siembra, y eso es una gran noticia”, señaló. Aun así, remarcó que se trata de una campaña para observar con atención: “Obviamente los cultivos siguen necesitando lluvias hacia adelante, pero lo bueno es que ya se habla de una Niña de menor intensidad”.

La estabilidad inicial de humedad contrasta con los daños generados por las inundaciones recientes, especialmente en Buenos Aires. En ese marco, la licenciada describió zonas donde “directamente no se pudo avanzar con la siembra”, y explicó que el retraso es significativo tanto para maíz temprano como para soja. Para el maíz tardío, por su parte, aún queda “una ventanita de un mes para que los suelos se recompongan”, aunque la oleaginosa enfrenta más complicaciones.

Pero el efecto no se limita a la implantación: también golpea la logística. Con el trigo comenzando a ingresar a los circuitos comerciales, la consultora advirtió que en algunas áreas “la situación está realmente complicada, por los caminos anegados, lo que dificulta el movimiento de la mercadería”.

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Trigo: un mercado presionado por la súper oferta

El trigo fue uno de los cultivos más analizados por su peso estratégico y por la magnitud de la producción esperada. Volonté contextualizó que la campaña podría cerrar con 28 millones de toneladas disponibles, sumando una cosecha proyectada de 24 millones más un carry over cercano a 4 millones.

Ese volumen coloca al mercado frente a un desafío comercial relevante. A las necesidades internas —consumo, semilla y el mercado cautivo de Brasil— les seguiría un saldo exportable amplio, pero que difícilmente absorba de manera rápida semejante disponibilidad.

El atraso en la comercialización acentúa la presión: solo el 15% del trigo tiene precio fijado, cuando el promedio histórico ronda el 28%. La explicación es clara: muchos productores lograron liquidez vía soja y girasol, evitando validar los precios mínimos actuales. “Hay una reticencia fuerte a vender, y es entendible en este escenario”, subrayó.

Recomendación precisa para el cereal

En cuanto a la venta del cereal, Carolina Volonté destacó que, para quienes cuenten con margen para esperar, lo más aconsejable es orientar las ventas hacia posiciones futuras, especialmente en marzo o incluso más adelante. De este modo, se puede evitar el período de mayor presión de cosecha, cuando la abundancia de oferta suele impactar negativamente en los precios y limitar las oportunidades comerciales.

No obstante, la especialista fue clara al advertir que, en caso de que exista urgencia logística o necesidad financiera por parte del productor, no resulta conveniente postergar la decisión: “no hay que demorarse”, ya que la mayor presión sobre el mercado está prevista para el tramo que va desde finales de noviembre hasta la primera quincena de diciembre. En ese lapso, el ingreso masivo de mercadería podría generar caídas adicionales en los valores, haciendo menos atractiva la venta en ese momento.

Por lo tanto, la estrategia sugerida depende de la situación particular de cada productor: quienes puedan esperar, deberían hacerlo para captar mejores precios en el mediano plazo; mientras que quienes enfrenten restricciones de almacenamiento o necesidades inmediatas de liquidez, deberían aprovechar las condiciones actuales antes de que se intensifique la presión de cosecha.

Contexto internacional

En el plano internacional, Rusia vuelve a ser un actor decisivo. El incremento de su cuota exportable —de 10,6 a 20 millones de toneladas para el primer semestre del próximo año— mantiene sometidos los precios globales. Sin embargo, los márgenes del productor ruso están muy deteriorados, lo que podría derivar en un recorte de área en su próxima campaña. “Eso es algo que tenemos que seguir muy de cerca”, apuntó.

Girasol: un mercado global en tensión

En Argentina, la situación del girasol presenta una particularidad notable: la producción podría alcanzar los 6 millones de toneladas, marcando un récord histórico. Esta abundancia genera un “techo” que limita el acompañamiento de los precios internos respecto de las cotizaciones internacionales. No obstante, el ritmo de comercialización se muestra más ágil que el promedio, con un 15% ya vendido a precio. Para aquellos que hayan logrado cubrir sus costos, Volonté aconseja mantener la calma y esperar: “El año pasado vimos mejores oportunidades más adelante. Recién ingresado marzo o abril, la presión de cosecha afloja y puede aparecer un margen interesante para capturar”. El objetivo sugerido es posicionar las ventas por encima de los USD 350.

Contexto internacional y factores de volatilidad

Por otro lado, el mercado internacional del girasol exhibe una firmeza extrema, impulsada principalmente por factores estructurales. El precio del aceite de girasol volvió a ubicarse por encima de los niveles observados tras el inicio del conflicto en el Mar Negro en 2022. Las causas son claras: graves problemas productivos en Ucrania —que proyecta la producción más baja de las últimas diez campañas, estimada entre 10 y 11,4 millones de toneladas—, cifras modestas en la Unión Europea y recortes en las primeras estimaciones de Rusia. Dos campañas consecutivas de bajos rindes en la región han dejado los stocks muy ajustados, por lo que cualquier alteración geopolítica puede provocar volatilidad en los precios.

“Cualquier conflicto en el Mar Negro genera volatilidad inmediata, porque Rusia y Ucrania explican más del 70% de las exportaciones de aceite”, advirtió la especialista.

Soja: entre China, el USDA y un mercado que no perdona

En el mercado local, la soja mostró un avance comercial inusualmente alto, con un 71% de la campaña 24/25 ya vendida, impulsada por los cambios en los derechos de exportación. La industria y la exportación mantienen la necesidad de originación, lo que sostiene los precios. La soja nueva sigue en niveles atractivos: “Hoy tenemos una soja mayo por encima de los 320 dólares por tonelada, cuando antes buscábamos llegar a los 300. Son valores muy buenos”, resaltó Volonté. “Quien no vendió, estos precios nos parecen muy buenos para tomar. Como hicimos con la disponible, la sugerencia es ir vendiendo escalonadamente”, agregó la especialista de FyO.

Coyuntura internacional y factores de volatilidad

No obstante, la soja atraviesa en la actualidad una de las coyunturas más complejas de los últimos años. A la volatilidad típica se sumó la ausencia de reportes del USDA durante dos meses, producto del cierre de gobierno estadounidense. Esto profundizó la incertidumbre de un mercado que ya venía sacudido por los rumores —y posterior anuncio unilateral— de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China.

Volonté recordó que cuando trascendió la noticia, Chicago subió con fuerza. Pero la euforia duró poco: “Fueron más las incertidumbres que las certezas. China nunca confirmó de manera firme los compromisos”, dijo. Tampoco avanzó al ritmo esperado con las compras inmediatas: del compromiso de 12 millones de toneladas entre noviembre y diciembre, solo concretó operaciones simbólicas.

En paralelo, Brasil ganó competitividad: “Con la suba en Chicago, las primas bajaron y Brasil quedó con la soja más barata del mundo”, detalló. Para una China con márgenes de molienda negativos, esa diferencia resulta determinante.

Maíz: baja comercialización, dudas sobre stocks y campaña récord

El maíz presenta un comportamiento completamente distinto al de la soja. La comercialización está muy atrasada tanto para la campaña vieja como para la nueva. Esto alimenta una pregunta que circula desde hace meses: “¿Dónde está el maíz?”

Para Volonté, la respuesta varía según la región: “En el centro y norte del país, la producción fue discreta, los consumos internos están firmes y hay más cereal guardado”, reflexionó.
En tanto, aseguró que “en el Sur, la producción fue buena y hay mucho maíz en manos de productores y acopios, pero la logística está saturada por los embarques récord de soja”.

Por otra parte, las exportaciones de maíz avanzan lento, muy por debajo del promedio. Esto genera dudas sobre si se podrán concretar los 30 millones de toneladas previstas. “El lineup que tenemos por delante es muy pobre”, advirtió.

Perspectivas para la nueva campaña y contexto internacional

Sin embargo, las perspectivas para la nueva campaña son excelentes. Dependiendo de la fuente, las estimaciones van de 58 a 62 millones de toneladas, con una fuerte participación de maíz temprano debido al adelantamiento de la siembra. Aún resta atravesar el período crítico, pero las expectativas son muy positivas.

“La suba reciente en las posiciones abril y julio activó un buen nivel de ventas, especialmente con el futuro julio alrededor de los USD 175/180”, aclaró la referente en Academia Agro de BASF.

En el plano internacional, Estados Unidos finalizó una cosecha abundante, pero a precios tan bajos que la demanda externa se activó con fuerza. “Es probable que estemos viendo pisos de precio en maíz. La cosecha ya terminó y la demanda sostiene”, analizó la consultora.

Conclusiones: un mercado que exige acción, timing y estrategia

Antes de cerrar, Carolina Volonté dejó tres definiciones centrales para quienes deban tomar decisiones comerciales inmediatas:

• Por el lado del trigo, si se necesita liquidez, “no demorarse”. La presión de cosecha está en su punto más alto.
• En cuanto a soja y girasol, si los valores actuales permiten hacer caja, “hay que aprovechar”.

El mensaje final de la especialista de mercados y economía fue tan claro como oportuno:

“Estamos en un mercado volátil, lleno de factores externos que no controlamos, pero con valores locales que siguen siendo interesantes. El desafío es no dejar pasar oportunidades pensando que el mercado nos va a esperar”, concluyó.

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